Haciendo el Blackbird: del anhelo al dolor de culo

 



Estimado lector, si ha leído mis entradas previas, ya sabrá que mi relación con el proyecto del X-Jet es de cariño y frustración; es como tratar a una esposa: Uno sabe que la ama y esta hasta cierto punto acostumbrado a sus "manías", uno aprende a ver esos hábitos contradictorios con cariño pero al mismo tiempo uno debe desarrollar una tolerancia por la frustración. Pero estoy divagando y probablemente hablando de más. A continuación iré al grano y trataré de describir lo mejor que puedo, el "making of" del jet de los x-men.

 

 + Inspiración.

Lo primero que mi instinto me ha acostumbrado a hacer es juntar tantas referencias como pueda. Las referencias contsruyen una parcela mental de aspectos que en cada versión o modelo, se repiten de forma constante o parecida, son características que dan identidad al objeto. Por ejemplo, hay un aversión del jet de la caricatura de los 90s, otras del comic (que pueden llegar a variar de un ejemplar a otro según el artista), luego estan las versiones de las películas, luego la versión del jet real que se asemeja más al de "First Class", finalmente tenemos los juguetes y lo que otros customizadores podrían llegar a presentar. 

 

Mi colección de carpetas y archivos, juntados con el tiempo.

 

Haber tenido un par de x-jet de toy biz  ayudó para tomar en cuenta también peso y dimensiones. Además me permitió, en su momento, evaluar los aciertos, defectos y limitaciones de diseño y compararlo con mis expectativas como consumidor. Hubo un tiempo donde intenté modificar ambas versiones de toy biz para que encajaran mejor con mis anhelos. Estas modificaciones son completamente viables y prometedoras pero ante el tiempo y mi falta de recursos, no era algo realizable a corto plazo porque tengo que comer y nadie me iba a pagar por darme este gusto, por ello, estandarizar una forma de reproducir piezas resulta más factible... 

 

Si tienes el tiempo y no eres pobre como yo, date el gusto de hacer las piezas que mereces.

 Una vez que he "estudiado" las características del objeto, toca integrar, y visualizar la forma y función que habrá de tener el producto final. Es tiempo de bocetar y empezar a contraponer las limitaciones reales de fabricación: grosor del material, dimensiones máximas, escala real vs escala deseable, tiempo de impresión, dificultad de post procesado, materiales disponibles, requerimientos de almacenado o embalaje y distribución de los pesos. El proceso es más orgánico de lo que parece si tienes experiencia y gracias a ella, entiendes que nada esta libre de inconvenientes y que esa ventana de posibilidades, deben ser divergencias que puedes corregir en la etapa de producción en la que te encuentres, de esta forma no te vez abrumado y paralizado a resolver todo aquello que puede resultar imposible prever.  

 

+ Martillo y Monitor.

 

He de señalar que previamente había llegado a esta etapa con otras dos versiones que pretendía producir, pero que tuve que abandonar porque durante el modelado varias dudas me hicieron titubear.

La primera iteración se basaba en tomar la forma y proporciones toscas del blackbird toy biz de los 90s y extenderlo para que al menos permitiera introducir más figuras sentadas y hacer las alas menos ridículas y la cola menos parecida a una caja. 

 


No valía la pena, por qué tomar algo que de por sí era una versión fallida y recrearla con algunas modificaciones cuando podía hacer algo con una apariencia superior y con mejor capacidad y escala. Cerré el archivo y no volví más a él. 

Miré la versión de la película que toy biz brillantemente había integrado con un equilibrio estético maravilloso, pero que fallaba terriblemente en proveer escala e interiores más funcionales (yo me hubiera conformado con que fuera un poco más grande). Esa era la forma definitiva, así que la reproduje en solidworks con el único propósito de mejorar su tamaño alargando alas, largo de la nave y quitando todo lo relacionado con la garrita. 

 


 

 Mientras modelaba, mi motivación seguía lidiando con mi rumiación: "¿Cuanto tiempo y recursos vas a gastar en esto y tienes responsabilidades que no puedes atender? No tienes garantía de que alguien quiera esto. A jalar canalla holgazán..." A lo que también me respondí: "Mmm caray, tienes toda la maldita razón pero no seas tan duro conmigo". Cerré el archivo y fui aún más duro conmigo por haber perdido tanto tiempo. No es fácil competir con uno mismo, ante el fracaso siempre pierde uno mismo.

Con esto nos ponemos al día con los detalles escabrosos del proceso y la experimentación para llegar al gran salto que representó al fin recibir anticipos por desarrollar un proyecto redondo. El planteamiento era tomar todas mis referencias y experiencia y usar como referencia definitiva para la forma, la versión de hotwheels del x-jet. 

 


Le tomé unas fotos, y las deformé un poco (en diseño gráfico es un pecado pero me lo permití de todas formas) para que se ajustara a mis requerimientos de escala, tratando de mantener una apariencia agradable. Entre los objetivos figuraban que una figura de 10 centímetros cupiera de pie en el interior; que hubiera al menos 4 asientos para figuras, que el interior fuera fácilmente accesible como las versiones de otros makers antes de mí; incluir una escotilla con escaleras; al menos dos piezas de fuselaje desmontable para acceder a un motor o mecanismo; trenes de aterrizaje desmontables (al estilo del halcón milenario deluxe); y una base de exhibición.

 


 

 

La primera decisión en solidworks después de modelar el cuerpo de la nave, fue decantarme por el grosor que tendría el plástico; muchos impresores acostumbran coger un modelo y mandarlo a imprimir con PLA hasta saturar toda el área de impresión y simplemente ponen un relleno de pieza muy bajo o nulo; yo no puedo darme esos lujos, no porque no lo deseara sino porque soy masoquista porque debía mantener control absoluto sobre el grosor del plástico y su interacción con lo que hubiera dentro aunque se tratara de una pieza hueca. 

 

Las alas son huecas para disminuir la tensión sobre el riel contra el que se unen al cuerpo, pero como no puedo imprimir el ala completa, tuve que diseñarlas para que se ensamblaran sobre un esqueleto. La cola y el interior de las turbinas también son huecas, en su interior hay nervios de plástico para reforzar algunas partes y sostener el fuselaje, el tablero de control hacia la punta y ángulos laterales interiores son huecos.

Conforme progresaba pude incorporar una camilla plegable que de forma humorística también veía como un burrito para planchar, pero que en general funciona de maravilla. La base de apariencia "burrito high tech" esta sostenido por dos brazos que se unen a una consola lateral de "soporte vital"; el burrito se gira 90° hacia arriba y un "botón" en la consola tiene que ser deslizado para bloquear el burrito de ceder a la gravedad, luego se monta sobre un par de imanes una camilla. Además pude incorporar dos asientos adicionales en un costado, frente al "área médica", al estilo del x-jet de las películas. 

 

 A pesar de que mi propia sátira de la camilla y el burro de planchar me desalentaban un poco, también pude apreciar el logro de que un mecanismo tan sencillo pareciera tan sofisticado y solo por eso lo dejé.

 

Cuando llegó el turno de diseñar la escotilla, vi que la forma más sencilla a esas alturas, era ponerla en la panza de la nave con dirección a la cola y lo más hermoso era que las películas podían respaldar mi visión, ya que de hecho, esa solución le da una simetría muy agradable. 

 

 

Como parecía muy sencillo resolver el problema de la escotilla decidí que era hora de complicarme la vida en compensación y diseñe unos brazos desplegables que sirven para elevar y bajar la rampa de la escotilla. Son tres cilindros segmentados uno contenido dentro del otro al estilo "sable de luz hasbro", que se deslizan hacia afuera o adentro para permitir el movimiento de la rampa. Y en mi opinión es la parte más chula y que más orgullo me causa.

 


        

Finalmente después de semanas extenuantes y el culo plano y dormido como con rigor mortis, me estacioné contemplando las últimas direcciones del mapa. Era momento de dedicarme a los trenes de aterrizaje y la base. Mientras diseño, lo más común es que si he dado por terminada una sección del proyecto y la he segmentado para impresión, pues empiezo a imprimir, de esa forma voy alternando entre trabajara en la computadora e ir probando como va tomando forma, si hay problemas sencillos de corregir desde diseño los corrijo para la siguiente versión e improviso una solución directa sobre lo que ya esta impreso.     

El tipo de trenes de aterrizaje era un dilema que había dejado para el final, y allí estaba, a punto de debatir en duelo ante el temido dilema (o procrastinar, según mi esposa cuando me mira inerte frente al monitor). La primera propuesta era usar ruedas, pero involucraba una estructura más robusta, más material, más partes e implementar ejes que resistieran la fricción y el peso e idealmente un material más gomoso para unas llantas más "premium". De nuevo, mis referencias me ayudaron a decantarme por unos trenes sencillos solo para ascenso y descenso vertical, esta vez el mérito se lo lleva la versión de toy biz de la película con esos trenes que se desplegaban y retraían al bajar la empuñadura. En mi aplicación estos debían de ser más robustos y mantener un equilibrio entre la altura de la nave y su propia escala, había puesto en ellos mis esperanzas para elevar la nave por encima de las figuras y que luciera más grande sin que pareciera una jirafa transformer y resultó.

 


 

El último problema que enfrenté, fue el espacio disponible para sujetar estos trenes al cuerpo de la nave. Los trenes posteriores tenían mucho espacio en la parte hueca de la cola así que solo hice unos sockets en los que se introducían los postes de los trenes. El tren frontal era otra historia, sobre él no había espacio para que un poste tuviera suficiente espacio para mantener firme ni el poste ni la nave, mi apuesta desde la fase de la planeación había sido: imanes. Solo tuve que hacer unas cavidades tanto en la nave como en su tren correspondiente para incrustar tres imanes, dos paralelos en la parte posterior y uno al frente en el centro (como una T). Con unos buenos imanes de neodimio del diámetro apropiado y funcionó al primer intentó.

 

Modelar la base de exhibición fue sencillo y el era el paso logíco para dejar al último. Lo pospusé por mucho tiempo puesto que ya tenía planeado como resolver cada duda. Mientras tanto me enfoqué en montar y probra todo lo que iba saliendo de impresión. 

No quiero que te vayas con la idea de que imprimir esto es solo tomar un archivo y dejar que la impresora haga todo, la verdad es que para mí es de lo más tedioso y hasta irritante.  Es un asunto que toma tiempo, de horas a días y semanas, y en cada impresión un error es tiempo desperdiciado, la maquina tiene desperfectos por la demanda de trabajo. En cada caso uno aprende con el tiempo a hacer reparaciones o reconstrucciones de piezas de forma manual, diagnosticar problemas de impresión, conseguir refacciones y hacer reparaciones. 

 

 


 

Hacer cualquier cosa toma su tiempo, y yo agradezco con toda mi alma aquellos clientes que han tenido una paciencia increíble conmigo, porque se que yo mismo no sería así de paciente. Gracias a ellos por esta experiencia y gracias a un par de makers o customizadores que antes de mí, tuvieron lo que sea que hay que tener para llevar a cabo sus propios proyectos y compartirlos con nosotros para nuestra inspiración. Estas son las referencias de sus trabajos:


     

      

 

     

Comentarios